miércoles, 30 de noviembre de 2011

Despedida de Cadem

El pasado viernes 25 de noviembre el Consejo de Administración de Cadem nos obsequió con un almuerzo y un pequeño obsequio a los cuatro miembros salñientes del Consejo, entre ellos también estaba Carlos Alvarado, con quien he compartido casi 30 años de trabajos o encuentros en torno a Cadem.
Cadem, Centro para el Ahorro y Desarrollo Energético y Minero, se constituyó el 18 de noviembre de 1981, hace algo más de 30 años. No es mi intención contar sus razones y vicisitudes diversas por las que ha discurrido su gtrayectoria. ünicamente diré que fue una auténtica revolución en sus planteamientos y en su operativa, renovando la forma de entender y practicar la actividad pública en beneficio de la sociedad vasca a través de la promoción de la mejora de la eficiencia energética (y en los primeros tiempos también en relación a materias primas y agua del subsuelo). Al éxito indiscutible de su bien hacer se ha sumado el prestigio y reconocimiento obtenido de la sociedad y de otras instancias institucionales, españolas e internacionales.
Pero siempre detrás de las empresas, de las organizaciones hay personas. Nunca hubiera llegado a ser lo que ha sido el éxito del cadem sin el grupo iniciático encabezado por Su primer director e inspirador José Miguel Martínez Urquijo, bajo cuyo mantra aparecimos Juanjo Alonso, Carlos Alvarado, Ricardo Suárez y las chicas: Miren Ibero y María Ángeles Fernández. Después hubo más personas, todas ellas estupendas, pero aquel primer equipo fue, en verdad, mágico.
Yo personalmente debo reconocer que aprendí muchísimo de aquel grupo entregado en cuerpo y alma a su tarea. Su líder José Miguel dejó en mí una huella imborrable, tanto desde la profesionalidad y sus vastos conocimientos como desde su profunda humanidad y compromiso.
En Cadem ha transcurrido algunos de mis mejores años profesionales. He tenido la oportunidad de actuar como empleado en la compañía durante dos períodos separados por mi paso por el Gobierno Vasco y también como componente de su consejo de administración durante muchos años.
Me voy formalmente de Cadem pero una parte muy importante de mí queda allí y por supuesto sigo llevando a Cadem en mi memoria agradecida.
Mila esker Cadem